La condición y apariencia de nuestra piel es clave para nuestro bienestar general. Cuando la piel está en buenas condiciones, trabaja arduamente para proteger nuestro cuerpo de los factores estresantes ambientales, como los irritantes, los alérgenos y los microbios, regula la temperatura y se ve y se siente suave, calmada, bien hidratada e incluso con color.
Hay muchos factores, tanto internos como externos, que afectan a la condición de la piel e influyen en cómo se ve y se siente. De esto mismo vamos a hablarte hoy, sobre los condicionantes externos que nos hacen daño en la piel.
¿Cuáles son los factores internos que afectan la piel?
Los factores internos (endógenos) que influyen en la piel incluyen la genética, las hormonas y condiciones específicas como la diabetes.
- Factores internos que afectan a la piel: la genética. Tu genética determina tu tipo de piel. Además de que la genética también determina el envejecimiento biológico de la piel. Muchas afecciones de la piel están determinadas por la genética. Y es que, la genética de una persona determina su tipo de piel (normal, seca, grasa o mixta) y afecta la condición general de la piel.
- Factores internos que afectan la piel: hormonas. Los cambios en las hormonas pueden afectar la piel y causar acné.
¿Cuáles son los factores ambientales externos que afectan la piel?
Hay muchos factores externos (exógenos) que influyen en el estado de la piel. Cuando se compromete el equilibrio natural de la piel, es menos capaz de funcionar como barrera protectora y es propensa a la sensibilidad. Los factores externos que influyen en la salud de la piel están determinados por el entorno que nos rodea, nuestra salud general y las elecciones de estilo de vida que hacemos.
- Factores externos que afectan a la piel: el clima. La exposición sostenida al sol desencadena la formación de radicales libres.
- El clima puede tener un impacto significativo en la condición de la piel: Luz de sol. Pues, la luz del sol con moderación es buena para nuestro bienestar general, pero demasiado sol puede dañar la piel.
- En condiciones de frío, la piel reacciona estrechando los vasos sanguíneos para evitar que el cuerpo pierda demasiado calor. Las temperaturas frías sostenidas reducen la secreción de las glándulas sebáceas y hacen que la piel se seque.
- En condiciones cálidas y húmedas (por ejemplo, en países tropicales o en una sauna), las glándulas sudoríparas producen más sudor, lo que deja la piel húmeda y brillante y, en algunos casos, propensa al acné.
Algunas afecciones de la piel, por ejemplo, la rosácea, también pueden desencadenarse por las altas temperaturas. Esta es una de las razones por las que se recomienda usar agua tibia en lugar de agua caliente para la limpieza facial, el lavado de manos y el baño.
Con estos datos puedes hacerte una idea de la importancia que tiene cuidarte la piel. ¡Mira los productos que podemos ofrecerte para que tu rostro luzca siempre radiante!